PROYECTO PUEBLO VIEJO
viernes, 13 de marzo de 2015
miércoles, 7 de mayo de 2014
ZARAGOZA ( ARQUEOLOGÍA DEL ÁREA)
Por esta época también aparecen
los primeros montículos o pirámides ceremoniales, que quedaron como huellas
arqueológicas, por ejemplo los restos que se encontraban en una loma cercana, al
norte en relación al puente de “Acuaco”; donde existían las huellas de un
montículo arrasado por los agricultores;
el diámetro de éste fue de aproximadamente 5 metros. En la actualidad
este montículo ha desaparecido, sin embargo se sabe de la existencia de
otro en terrenos del llamado “Ejido de Zaragoza”, y de otro más que fue destruido, en el lugar conocido como “Tecajetes”, a
donde “a decir de algunas personas”, se
han encontrado objetos de cerámica.
En otras
partes de Acuaco en forma ocasional se han encontrado cuchillos y puntas de flechas de obsidiana, sobre todo en el lugar denominado “Rancho
Viejo. ” aqui se han hallado aparte de fragmentos de cerámica, también núcleos cónicos, raspadores y otros objetos,
que seguramente forman parte de los talleres líticos, que hemos mencionado.
NÚCLEOS CÓNICOS DE OBSIDIANA " RANCHO VIEJO " |
Debemos
decir en honor a la verdad, que en toda Mesoamérica se dieron fuertes cambios
entre 700 y 800 de nuestra época, éstos ni los especialistas lo han podido
explicar, no sabemos como o porque las ciudades de ésta época desaparecieron,
estamos concientes que nuestra región no fue ajena a los cambios ocasionados por
tal acontecimiento, y que lo que si
podemos constatar es que hacia el año 600 de nuestra Era, una de estas grandes
ciudades cobra un esplendor inusitado, y
aunque no sabemos de donde vinieron estas gentes, ellas realizan un enorme
esfuerzo arquitectónico que da a luz una de las más grandes ciudades del
altiplano: la ciudad que hoy conocemos tradicionalmente como “CANTONA”, que se
encontraba a la orilla de una cuenca endorreica que contenía un enorme lago a
orillas del cual se desarrolló. Esta enorme urbe sujetó a su control el
territorio que estaba a su alrededor, y lógicamente las gentes que vivían en sus entornos pasaron a ser sus
tributarios, como consecuencia las gentes que vivían en Zaragoza se incorporaron a esta tributación y
vasallaje.
Y
según el padre Torquemada en el año 719, los totonacos hacen su aparición en el
área, consolidándose como pueblo dominante cien años más tarde, hablándose de
su permanencia en Zacatlán, Huachinango, Tlapacoyan, Tlatlauquitepec e
Ixtacamaxtitlán también en Tulancingo y Cempoala.
Esta
situación según las fuentes históricas cambió cuando la ciudad de
“Caltona”(corruptamente “Cantona” “La ciudad del Sol”, de Calli: casa y
tona: apócope de Tonatiuh, Sol), cayó a
sangre y fuego de las gentes bárbaras Chichimecas después de 1173, en el siglo
XII de nuestra Era.
ECOS DE MI TIERRA . PARTE 1
INDICIOS
ARQUEOLÓGICOS
Aunque no
existe un estudio en detalle de lo que hoy conforma el municipio de Zaragoza,
se sabe que este fue un sitio de gran importancia por su posición estratégica,
en el conjunto geográfico donde se encuentra, es por así decirlo “un puerto”
que permite la comunicación de los valles del Altiplano de México, con la
región costera del Golfo.
Se
ha constatado que por nuestros entornos, desde épocas muy tempranas, hace
aproximadamente unos 15,000 o 10,000 años, han dejado sus huellas los primeros
recolectores cazadores que recorrieron en forma nómada los grandes bosques que
cubrían y cubren gran parte de nuestras montañas, encontrándose sus restos en
lugares cercanos a los ríos, o en algunos abrigos rocosos, donde se han
localizado aisladamente sus vestigios: fogones, puntas de proyectil, raspadores
y otros objetos de su cultura.
También se han encontrado en
nuestra área, las huellas de los asentamientos de los primeros aldeanos, que
mucho más tardíamente, hacia el año 800 o 600 antes de nuestra Era, también
alrededor de las fuentes de agua hicieron sus rústicas chozas. Por lo cual nuestros
contemporáneos, han encontrado en sus terrenos de cultivo algunos fragmentos de cerámica, que son parte de los utensilios caseros que
usaban y son los únicos testimonios de su presencia. Estos materiales,
conocidos comúnmente como “tepalcates”, se han localizado en los sitios
como “EL PORVENIR”, “RANCHO VIEJO”, “XALEHUALA”, colonia “SAN MARTÍN”, y en la
parte poniente de nuestra población, detrás de la iglesia de “Nuestra Señora
del Pilar”.
Podemos anotar también que al
referirse al área que abarcaba en tiempos prehispánicos la provincia tributaria de TLATLAUQUITEPEC, el arqueólogo
Cepeda nos dice que:
“...el conocimiento que
tenemos del área de estudio, nos permite inferir, que los primitivos pobladores
eran de cultura sedentaria y agrícola, sin que hasta el punto sepamos de donde
vinieron, es decir no sabemos la filiación étnica de los mismos”.
En
una probable segunda migración, durante las primeras etapas del Clásico,
Veracruz en sus áreas noroeste y norte, sufre varias convulsiones, provocadas
por la intrusión de grupos humanos de diversa procedencia. Según el Prof.
Melgarejo Vivanco, uno de estos pueblos quizá fue el de los colhua-toltecas,
que en su peregrinación recorren parte de la Sierra Norte de Puebla. Estas
gentes habrían de llegar con una cultura más avanzada, en un tiempo que se ha
comprendido entre los años 300
a 500 de nuestra Era, correspondiente al período
cultural del esplendor de Tajín y los grandes centros del altiplano, esto según
los datos arqueológicos de Zacapoaxtla y Xiutetelco, en el cual moradores
provenientes del centro de México, de cultura teotihuacana llegan a nuestra
región a construir arquitectónicamente monumentales edificios, esto también a
los registros que se guardan en las relaciones geográficas de Xonotla y Tetela.
Por
esta razón en nuestra región, las aldeas y los pueblos se transformaron, muchos
permanecen y otros reaparecen en forma de centros urbanos, ciudades que
sujetarán a todas las aldeas de nuestro entorno para que con sus tributos surja
una complicada casta sacerdotal que explotará los recursos naturales,
estableciendo fuertes nexos comerciales, que permitieron transformar y enlazar
a las grandes urbes como la Ciudad Sagrada del Tlachihualtepetl (Cholula),
Teotihuacan, o el Tajin, con los productos regionales.
De
este momento, se han localizado en áreas de Zaragoza, talleres de fabricación
de útiles de obsidiana, una obsidiana azulada, de la que se han localizado sus
minas en las cercanías de la vecina población de Oyameles, y de la cual hemos
encontrado núcleos de donde se extraían las navajas, raspadores y raederas,
puntas de lanza y aún pequeñas puntas de flechas. Probablemente también de
nuestra región se obtenían, plumas de pájaros de hermosos colores, carne de
venados y jabalíes, animales montaraces, como linces, ocelotes, tigres y aún
pumas, todos estos productos fueron de
explotación y fabricación local y los moradores procuraron su
comercialización.
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